Parte III ¿POR QUÉ EL GLOBALISMO ES LA VERDADERA AMENAZA?


Ricardo Martin Almada
6 de septiembre 2017
 
De Julio César a J.F. Kennedy: líderes que crearon monedas independientes de la banca globalista.

"El gobierno debe crear, emitir, y circular todo el dinero y crédito necesario para satisfacer el poder de gasto del gobierno y el poder de compra de los consumidores. El privilegio de crear y emitir dinero no es sólo una prerrogativa suprema del gobierno sino también la mayor oportunidad creativa del gobierno. Mediante la adopción de estos principios, los contribuyentes ahorrarán inmensas sumas debidas a interés. El dinero dejará de ser el amo y se convertirá en siervo de la humanidad". - Abraham Lincoln
 
Tras leer la parte anterior de este escrito, la conclusión más evidente es que es necesario y urgente implementar gobiernos nacionalistas que recuperen el control sobre la tenencia e impresión de su propia moneda, poder que hoy día monopoliza la banca privada globalista, encabezada por el Banco de Pagos Internacionales y la Reserva Federal. El problema de la Reserva Federal no es “algo que ocurre en Estados Unidos y no nos afecta”, sino que, al depender del dólar y estar siempre endeudados con el BID y el Banco Mundial, como paraguayos somos también directamente esclavos de este sistema creado sobre el fraude de los Goldsmith u orfebres cambistas del Siglo X, sobre quienes también hablamos en la Parte II. 

Sólo ubicándonos en la situación general del mundo en que vivimos sabremos cómo actuar localmente y salvar nuestro país.

La idea de enfrentar el sistema económico mundial que tiene su inicio en la Reserva Federal descrito en la Parte II, el sistema actual en que los pueblos dependemos de un dinero prácticamente falsificado no es nueva y tampoco es un despropósito idealista o utópico como podrían argumentar economistas o políticos antipatriotas.

Desde tiempos de Julio César hubo líderes que tuvieron la valentía y el sentido nacionalista de arrebatar el poder a los cambistas, que no son otra cosa que los padres de los banqueros actuales. Los cambistas fueron los prestamistas usureros que lucharon por el control de la moneda por sobre por ejemplo, la monarquía, en un proceso que duró cientos de años hasta el día de hoy.

Los cambistas acuñaban moneda a su antojo, para prestarlas con altos intereses. Cuando no tenían las monedas, simplemente imprimían recibos, sin respaldo, así como hoy día la FED imprime el dólar cada vez que el gobierno de EE.UU. necesita más papel moneda, devaluando el dinero y subiendo los precios por las nubes. Cuando quieren originar depresiones, y generar nuevamente dependencia, inician el proceso inverso: cobran todos los préstamos posibles, y al haber poco circulante de dinero, los precios bajan tanto que toda la economía colapsa y hay desempleo y crisis generalizada. Eso se llama deflación, y fue el caso de la depresión del 29, y de la Crisis de hipotecas del 2008 en EE.UU. Este juego de controlar la inflación y deflación a su antojo es una constante de la banca actual globalista, y estos “ciclos económicos” no son naturales como nos hace creer la teoría marxista, sino que son provocados por la banca usurera (Omister, 2008)

Su objetivo fue aumentar el control de la impresión o emisión del dinero de cada vez más gobiernos, con intereses que finalmente la gente trabajadora con impuestos que no se gasta en obras públicas, sino en los intereses de los préstamos destinados a financiar por ejemplo, las guerras propiciadas por los propios cambistas. No hay negocio más rentable que las guerras.

Recordemos que a los cristianos, representados en Europa por la Iglesia Católica, les era prohibido prestar dinero con cualquier monto de interés. Esta práctica fue condenada no sólo por la cristiandad sino desde los inicios de la historia, por desnaturalizar el fin de intercambio del dinero, volverlo mercancía en sí y facilitar el aprovechamiento entre hermanos. Hoy día estamos totalmente acostumbrados a la idea de dinero como mercancía, y de lo legítimo de los intereses, pero si vemos el estado al que llegó el mundo con este sistema, es hora de plantearnos cuánta razón tuvieron nuestros antepasados.

En el caso judío la historia era diferente. En Deuteronomio, capítulo 23, versículo 21, se afirma: “Al extranjero podrás prestarle a interés, pero a tu hermano no le prestarás a interés.” La palabra “extranjero” en este texto es interpretada por lo general como “enemigo” y, armados con este texto, los judíos emplearon la usura como un arma, hallando en ella un medio de obtener poder sobre sus enemigos: mediante la usura, la necesidad de otra gente podía transformarse en sometimiento. Cuando hablamos de cambistas, en la mayor parte de los casos, hablamos entonces de la usura que era practicada abiertamente por los judíos, en especial de origen Jázaro que hoy día se conocen como Askenash o Sionistas. Por los cristianos y otros no judíos también pero de manera más solapada por la prohibición desde Tomás de Aquino.

Los cambistas fueron los principales beneficiarios de la mayor parte de las revoluciones burguesas europeas (como la de Oliver Cronwell). Estas revoluciones son descritas por los historiadores y presentadas en las escuelas como revoluciones justas, al tratarse de la abolición de una institución absolutista como la monarquía. ¿El cambio fue para mejor? es la gran pregunta que hacerse.  Aprovecharemos la historia de los líderes que se les enfrentaron para detallar el proceso con que fueron tomando el control de las finanzas globales.

•JULIO CÉSAR:        
200 años antes de Cristo, Roma ya tenía problemas con los cambistas. Los cambistas se fueron apropiando de todas las monedas válidas en circulación, y las vendían a precios desmesurados, a cambio de tierra y recursos naturales. Dos líderes romanos modificaron las leyes de usura y limitaron la propiedad de la tierra a 500 acres para regular este poder desenfrenado de los cambistas, y ambos fueron asesinados.

En el año 48 antes de Cristo, Julio César arrebató finalmente el poder de acuñar monedas de los cambistas, y acuñó monedas desde el propio gobierno, para beneficio de todos. Con esta nueva y abundante fuente de dinero, realizó grandes obras públicas. Haciendo que el dinero realmente beneficie a la gente, César se ganó el apoyo de la gente común, y el odio de los cambistas, y fue el motivo de su asesinato. Con su muerte, llegó el fin del dinero para el desarrollo, los impuestos y la corrupción aumentaron, y la usura y la moneda devaluada reinaron, la gente común perdió sus tierras y sus hogares al igual que pasa hoy en el mundo. Este fue el comienzo del fin del Imperio Romano. (Stil, 1996)

En la Biblia se nos cuenta cómo Jesucristo expulsó a latigazos a los mercaderes del templo. Estos mercaderes eran mercaderes de la moneda, una vez más, los cambistas, que también se habían apropiado de la única moneda válida en circulación en el pueblo judío, el Zíquel, y la vendían al precio más alto posible. En el mundo ocurre hoy lo mismo, a gran escala, sin embargo, nadie azota a los banqueros. Debemos despertarnos de la anestesia colectiva en que estamos sumergidos. Estos cambistas fueron los predecesores de los Goldsmith, quienes comenzaron no sólo a monopolizar la moneda sino también a prestar dinero que no tenían. Sobre ellos se detalló en la Parte II.

•ENRIQUE I: TALLY STICKS O PALOS TALLADOS.
Como Julio César, el Rey Enrique I de Inglaterra se decidió a arrebatar el poder del dinero a los Goldsmith o cambistas, alrededor del año 1100 y evitar su acumulación monetaria. Gracias a los Tally Sticks, el poder de los cambistas se mantuvo relegado en Inglaterra durante 400 años, hasta la llegada de Enrique VIII al poder, cuando, de la mano de las reformas protestantes, flexibilizó las leyes de usura abriendo de nuevo camino a los cambistas (Brown, 2012).

No obstante, los Tally sticks o palos tallados fueron una moneda tan ingeniosa que pese a todo duró en circulación otros 300 años hasta 1826. Se trataba de un palo de madera al que se le hacían a todo lo largo líneas en forma de zig - zag para indicar la denominación. Cuantas más líneas, y más largo el palo, valía más ese tally stick. Luego, se cortaba el palo en forma longitudinal a través de las líneas. Una mitad se la quedaba el rey para evitar falsificaciones, y la otra la ponía a circular. La moneda fue aceptada porque Enrique I la hizo obligatoria para pagar impuestos. El imperio británico se construyó bajo el sistema tally stick, cosa que molestó a los cambistas al no ser moneda bajo su poder (Muñoz, 2010).

Pese a la supremacía tally stick, los cambistas siempre ofrecieron la acuñación de metálico como competencia, y gracias a la usura y a prestar dinero que no tenían, fueron haciéndose lentamente del poder suficiente como para volver a subyugar a Inglaterra bajo su poder. Fijémonos en que el primer banco central de Europa en manos de los cambistas se creó en Amsterdam en 1609, y no en Inglaterra, en parte por la prohibición de entrada a los judíos en Inglaterra, en parte por las leyes morales católicas sobre la usura, pero principalmente gracias a los tally sticks: Los palos tallados de Enrique I tuvieron a raya a los cambistas en Inglaterra por siglos.

La supremacía de los palos tallados terminó cuando el Rey Enrique VIII se convirtió al protestantismo. Sin entrar aún a detallar las causas profundas de la Reforma Protestante,  esta fue la causa por la que se relajaron las leyes de usura en Inglaterra (era rechazada por la moral católica). Una de sus primeras acciones, siguiendo el precedente de Calvino, fue conseguir de los comerciantes de Londres un préstamo al 10% anual -índice que fue fijado como el límite del interés moderado- poniendo así el sello de la aprobación real y religiosa a la usura, y por lo tanto, a los cambistas, en Inglaterra.

Desde entonces, comenzó la caída de los tally sticks, a inicios del Siglo XVI y los cambistas reanudaron con toda fuerza la acumulación de metálico. El primer banco Central que crearon los cambistas judíos fue el Banco de Amsterdam ya en 1609. De este banco provino el dinero para financiar la Revolución de Oliver Cronwell, y uno de sus financistas fue el judío Menasseh Ben Israel, junto con Moses Caravajan y Abraham Coen (Wolf, 2012).

Fue así que Oliver Cronwell en 1649, ordenó que los judíos fuesen aceptados nuevamente en Inglaterra, ya que tenían vedado el acceso desde el siglo XIII. El ascenso de la burguesía, el ascenso de la democracia parlamentaria, no fue otra cosa que el ascenso del poder de los banqueros. Esto originó las guerras civiles inglesas que se extendieron durante casi una década, y que resultaron en el regicidio de la familia real y de cientos de miembros de la genuina nobleza inglesa.

El resultado en los siguientes 50 años: Se apropiaron de una milla cuadrada de Londres conocida hoy como la "City of London" (la 'city', el primer Wall Stret). Esta área todavía es uno de los tres centros financieros mundiales predominantes. Conflictos con los Estuardo llevaron a los cambistas ingleses a combinarse nuevamente con aquellos de los Países Bajos para financiar la invasión de Guillermo de Orange, quien se deshizo de los Estuardos en 1668 y accedió al trono inglés (Stil, 1996).

Inglaterra en ese momento estaba en una pobre condición después de más de 50 años de guerra con Francia y los Países Bajos, y el nuevo rey, William III (de Orange), pidió ayuda a diversos banqueros poderosos. Éstos proporcionaron al Estado inglés un préstamo de 1,25 millón de libras, pero sólo entregaron 750.000 libras (Lina, 2004).

Los términos del préstamo fueron los siguientes: los nombres de los prestamistas no serían revelados y a éstos se les garantizaría el derecho a fundar el Banco de Inglaterra. Fue así que después de otros de 50 años de guerras financiadas por los banqueros, el gobierno Inglés finalmente sancionó la creación del banco central de propiedad privada que fue erróneamente llamado el Banco de Inglaterra, en 1694. También un nombre engañoso para hacer creer a la gente que se trataba de un banco público, igual que ocurre con la Reserva Federal hoy día, que no tiene nada de Federal (ver Parte II).

El lapso de tiempo desde la creación del primer banco central en Amsterdam en 1609 a la creación del Banco de Inglaterra en 1694 puede ser considerada como una larga cadena de acontecimientos de falsa bandera organizado por los cambistas del Siglo XVII.  

Desafortunadamente, casi toda nación tiene hoy día un Banco Central en manos privadas usando el Banco de Inglaterra como modelo a seguir, comenzando por la Reserva Federal. Así fue como se creó una nueva clase social en Inglaterra, y se impuso nuevos monarcas ya totalmente al servicio de los cambistas, a base de regicidios.

Así como el Imperio Romano deja de ser un imperio del "Senado y Pueblo de Roma" para convertirse en el imperio de la oligarquía religiosa del Vaticano, el Imperio Británico dejó de ser un imperio de los militares ingleses para convertirse en el imperio de la élite financiera de la City de Londres (hasta hoy centro financiero de Europa, sólo comparable a Washington y El Vaticano) y en un conglomerado de bancos, intereses y logias masónicas, y así sucesivamente: donde antes estaba la fuerza bruta, la lucha directa y el camino de las armas, ahora se erige la manipulación de la mente y del dinero; donde antes se promovía al hombre-guerrero, ahora se promueve al hombre-rebaño y al usurero.

¿Cuál es el papel de las logias masónicas en todo este entramado? En las siguientes partes abordaremos más a profundidad este tema, junto con el judaísmo sionista jázaro y el ascenso de la Familia Rotschild, la familia usurera más rica del mundo hasta hoy, que comenzó su crecimiento 50 años después de la creación del Banco de Inglaterra, alrededor de 1750 y lo consolidó financiando la mayor parte de las guerras conocidas desde entonces, incluyendo las Guerras Napoleónicas y la  I y II Guerra Mundial.

El padre de la dinastía Bauer/Rothschild tuvo cinco hijos que se infiltraron y se apoderaron de la banca europea y del sistema bancario central de la City de Londres, a través de diversas y muy arteras operaciones encubiertas, incluyendo un reporte falso de que Napoleón había vencido a los británicos cuando en realidad había sido derrotado. Esto permitió a los Rothschild utilizar el fraude y el engaño para saquear la gran riqueza de la nobleza inglesa y de la burguesía terrateniente que había realizado inversiones comerciales en las instituciones bancarias de la City de Londres.

Los Rothschild crearon un sistema bancario fiduciario privado que se especializó en la fabricación de dinero falso de la nada, cobrando al pueblo británico una gravosa usura por utilizar lo que debería haber sido su propio dinero.
 
•BENJAMIN FRANKLIN Y EL “COLONIAL SCRIPT” DE LAS COLONIAS NORTEAMERICANAS.

Para mediados de 1700, Inglaterra ya se encontraba totalmente endeudada con el banco de Inglaterra luego de haber peleado cuatro costosas guerras desde su creación: 140 millones de libras, una cifra bastante impresionante en esos tiempos. El gobierno británico no tuvo entonces mejor idea que aumentar impuestos a las colonias americanas, impuestos para pagar esas deudas (exactamente como lo hacen ahora).

No contaron sin embargo con que sus colonias americanas nunca habían sido golpeadas con el flagelo de un banco privado, y vivían en relativa prosperidad gracias a su moneda, que si bien no tenía respaldo en oro o plata, era independiente y se basaba en la confianza para su intercambio (moneda fiat).

Benjamin Franklin escribió acerca de las colonias británicas en América del Norte en la década de 1750:
 
"En ningún lugar de la Tierra encuentra uno a gente más feliz y con más bienestar, porque nosotros en las colonias emitimos nuestra propia moneda", llamada 'Colonial script'. Al emitir nuestra propia moneda podemos controlar su poder de compra y no estamos obligados a pagar intereses a nadie”.
 
Esto era sentido común para Franklin y produjo una rápido alarma en el Banco de Inglaterra: América aprendió el secreto del dinero. Y ese genio debía retornar a su botella tan rápido como sea posible. (Stil, 1996) El parlamento apresuró el Acta de la moneda de 1764. Ésta prohibió a las colonias emitir dinero y les ordenó que pagaran los futuros impuestos en monedas de oro y plata.

En este caso, como el oro y la plata estaban en poder de la banca, demuestra que no siempre el respaldo en metálico es la solución, sino quién está en control de la moneda, el intercambio natural del pueblo, con el dinero a su servicio, o un grupo inescrupuloso. La emisión monetaria se redujo a la mitad, y las colonias fueron forzadas a pedir prestado el dinero al Banco de Inglaterra. El resultado fue que tanto el precio como el interés aumentaron. Al cabo de un año las calles de las colonias estaban llenas de gente desempleada.

En su autobiografía Franklin escribió también: "En un año, las condiciones fueron tan contrarias que la era de prosperidad terminó y se instaló la depresión, de tal manera que las calles de las colonias están colmadas de desempleados". Franklin afirma que ésta fue la causa básica de la Revolución Norteamericana: "Las colonias aceptarían amablemente los pequeños impuestos en té y otros elementos si no hubiera pasado que Inglaterra extrajo el dinero de las colonias creando desempleo e insatisfacción. La imposibilidad de los colonos de controlar la circulación de su propio dinero fuera del poder de Jorge III y de la banca internacional fue la razón FUNDAMENTAL de la guerra revolucionaria".

Los judíos a lo largo de la historia se han victimizado y únicamente han demostrado su versión de la historia de eternos perseguidos. Hay que preguntarse seriamente por qué han sido expulsados de países de toda Europa durante cientos de años, una y otra vez. Los judíos verdaderamente honestos y trabajadores, que no son pocos, saben el papel que tiene específicamente el judaísmo Sionista de origen Jázaro en el avance de la banca global para saquear los pueblos, y los culpan directamente de las generalizaciones que se hicieron contra todo el pueblo judío. 
 
Benjamin Franklin nos da nuevamente una idea al respecto:

“Yo coincido totalmente con el General Washington, en que debemos proteger a esta joven nación de una insidiosa influencia e impenetración. Esta amenaza, caballeros, son los judíos. En todo país en que los judíos se han establecido en gran número han hecho  descender su nivel moral y su honradez comercial; se han segregado a sí mismos y no han sido asimilados; han sonreído con desprecio frente a ella y han tratado de socavar la la religión Cristiana sobre la que esta nación está fundada mediante la oposición a sus restricciones; han construido un estado dentro del estado; y cuando se han enfrentado a ellos, han intentado estrangular a ese país mediante una muerte financiera, como en el caso de España y Portugal. Durante más de 1700 años los judíos han estado lamentándose de su triste destino en el que han sido exiliados de su patria, a la que llaman Palestina. Pero caballeros si el mundo les diese Palestina sin ningún coste, ellos encontrarían alguna razón para no volver. ¿Por qué? Porque son vampiros, y los vampiros no viven entre vampiros. No pueden vivir solo entre su misma gente. Deben subsistir a costa de los cristianos y otras gentes, no a costa de los de su raza. Y si no alejan a los judíos de estos Estados Unidos, en esta Constitución, en menos de 200 años habrán llegado aquí en tales números que dominaran, devoraran la tierra y cambiarán nuestra forma de gobierno, por la que nosotros, los Americanos, hemos derramado nuestra sangre, dado nuestras vidas, nuestra sustancia y puesto en peligro nuestra libertad. 

Si no les excluimos, en menos de  200 años, nuestros hijos estarán trabajando en los campos para facilitarles su sustento, mientras ellos se quedaran en las casas de cambio frotándose las manos de alegría Les advierto, caballeros, si no excluyen a los judíos definitivamente, vuestros hijos maldecirán  sobre vuestra tumba. Los judíos, caballeros, son asiáticos, no importa que se le deje nacer donde quieran, o cuantas generaciones les alejen de Asia, nunca serán de otra manera. Las ideas de esta gente no se ajustan a las de los Americanos, y no lo harán aunque vivan entre nosotros durante diez generaciones. No cambiarán, como no podrá nunca un Leopardo cambiar las manchas de su piel. Los judíos son asiáticos, son una amenaza para este país si se les permite la entrada, y deberían ser excluidos por esta Constitución”.
 
(Del original guardado en el Instituto Franklin, en Filadelfia, Pensilvania, U.S.A. Esta predicción fue hecha durante una charla alrededor de la mesa durante los descansos 'Chit Chat Around the Table During Intermissions,' en la convención Constitucional de Filadelfia de 1787. Esta cita fue reflejada en el diario de Charles Cotesworth Pinckney, un delegado de Carolina del Sur.)
 
El tema judío es un tema tabú en nuestra sociedad que tilda de antisemita (término inexacto, porque los verdaderos semitas son los palestinos, no los judíos sionistas jázaros) o intolerante a cualquiera que se atreva a cuestionarlos en lo más mínimo. En capítulos posteriores, detallaremos del judaísmo de Jazaría, (por eso Franklin los llama asiáticos) desde sus orígenes hasta los conflictos en Oriente actuales y su papel en otras organizaciones internacionales globalistas además de la banca (CFR, Club Bilderberg, Comisión Trilateral, entre otros).

•ANDREW JACKSON:
Luego de la revolución de Independencia, en 1781, de la mano de los Rotschild se creó el “Banco de los Estados Unidos”. No es muy difícil adivinar que, al igual que el Banco de Inglaterra, se trataba de banca privada, disfrazada de pública. ¿Cómo se permitió esto? Debido a los gastos de la guerra de independencia, la inflación desmedida y principalmente a los argumentos de Alexander Hamilton, Secretario del Tesoro de EEUU:  “Sólo una deuda pública, si no es excesiva, será para nosotros como una bendición nacional… la sabiduría del Gobierno será demostrada al no permitirse a sí mismo en el seductor y peligroso trabajo de emitir su propio dinero.”  

De igual manera, Hamilton le hizo creer al congreso que solamente este tipo de dinero, emitido por bancos privados, sería aceptado en sus negociaciones internacionales.

Thomas Jefferson, el Secretario de Estado, se opuso tenazmente a tal proyecto pero el presidente Washington finalmente se rindió ante los argumentos de Hamilton. En 1781 fue creado el “Banco de los Estados Unidos”, con una licencia para operar por 20 años.
      
Los cambistas no podían permitir que América imprima su propio dinero nuevamente. Por eso la redacción de la constitución estadounidense fue tan tramposa en este aspecto. Fue en este contexto que se dio el discurso de Franklin, expuesto más arriba.
    
Durante los primeros 5 años, el gobierno de EUA tomó prestados 8,2 millones de dólares del Banco de los Estados Unidos. Durante ese período, los precios aumentaron un 72%. Jefferson, como nuevo secretario de Estado, miraba el endeudamiento con tristeza y fustración incapaz de detenerlo: "Desearía que fuera posible realizar una simple enmienda a nuestra constitución sacándole al gobierno federal la capacidad de endeudarse".

Un congresista llamado P.B. Porter atacó al banco y en el congreso mismo declaró: "¡Si se renueva la concesión de los bancos, el congreso insertará en la floreciente constitución una serpiente que algún día emponzoñará las libertades de esta nación hasta el corazón!".

Ante esto, Nathan Rothschild advirtió a los EUA que serían llevados hacia la más desastrosa guerra si la concesión del banco no se renovaba. A los 5 meses, Inglaterra atacó EUA y comenzó la guerra de 1812, otra guerra provocada por la banca que terminó en un empate en 1814. Aunque los cambistas quedaban temporariamente derrotados, estaban lejos de rendirse. Les tomaría sólo otros dos años reinstalar su banco privado.
      
En este contexto del segundo banco ya instalado, es elegido Andrew Jackson en 1828, 7mo presidente de los EE.UU. Los estadounidenses ya tenían encima 40 años de abusos de los bancos sobre sus cabezas, y desde su campaña electoral hizo la promesa de “matar el banco”. Y lo hizo, dos veces. Desde su elección en 1828, recién en 1936 se renovaba la licencia del Banco para imprimir moneda estatal, pero los banqueros Rotschild se adelantaron y pidieron su aprobación 4 años antes. El congreso aceptó, y cuando llegó a manos de Jackson, vetó la ley.
      
El mensaje del veto es uno de los documentos más importantes de Norteamérica. Éste establece claramente la responsabilidad del gobierno hacia sus ciudadanos, ricos y pobres.
     
"No son sólo nuestros ciudadanos quienes recibirán la generosidad de nuestro gobierno. ¿No es peligroso para nuestras libertades e independencia un banco cuya identidad tiene tan poco que ver con nuestro país? El controlar nuestra moneda, recibir nuestro dinero público, y mantener a miles de ciudadanos dependientes sería algo más terrible y peligroso que el poder militar del enemigo. Si el gobierno se comprometiera a ser proteccionista, y dar sus favores sin distinción de grandes y pequeños, ricos y pobres, sería una bendición ilimitada. El proyecto delante mío parece ser un innecesario y gran desvío de estos justos y sabios principios".
      
Ante semejante discurso, el congreso fue incapaz de rechazar el veto de Jackson. Jackson planteó la discusión de frente al pueblo. Su slogan de campaña para su reelección fue espontáneo en la gente: "¡Jackson, no Banco!".  
      
El partido Republicano postuló contra Jackson al senador Henry Clay, y a pesar de que los bancos apoyaron con 3 millones de dólares la campaña presidencial de Clay, Jackson fue reelegido de manera aplastante en Noviembre de 1832. Pese a la victoria, Jackson sabía que la batalla estaba en su inicio: "¡La corrupción de la Hidra está frenada, no muerta!", anunció, y retiró los fondos estatales del banco el 1 de octubre de 1833. Jackson estaba exultante: "¡Estoy preparado para extraer cada diente del Banco y luego su tronco!". Pero el banco todavía no abandonaba la lucha.
      
El jefe del Banco, Nicolas Biddle admitió que el banco haría que el dinero fuera escaseando, para forzar al congreso que restaure el banco: "Nada, si no el sufrimiento generalizado producirá un efecto en el congreso. Nuestro único reaseguro es continuar con la restricción firme (de dinero) y no tengo duda que de esa manera reeestableceremos el sistema monetario y el banco".
      
Aquí reveló la verdad del sistema con una claridad escandalosa. Biddle habló claramente de usar el poder de la contracción del dinero (deflación) para causar una depresión masiva hasta que America se rinda. Esto hicieron una y otra vez en la historia mundial, y la mejor muestra son las últimas crisis económicas como la hipotecaria del 2008.
      
El banco cumplió su amenaza y contrajo rápidamente el suministro de dinero pidiendo el pago de antiguas deudas. Se causó un pánico financiero, y una profunda depresión. Biddle culpó a Jackson por la crisis, y los salarios y precios se desplomaron, junto con el desempleo y las bancarrotas. (Aquí es importante señalar el proceso de la deflación que causó este banco al retirar todo el circulante, contrario al de la inflación por exceso, tampoco es buena para la economía, porque los precios bajan tanto que a nadie le conviene producir y vender, y se producen quiebras masivas y desempleo).  
      
Los editores de los periódicos maldijeron a Jackson. El banco amenazó con retirar los pagos al congreso, dejando a los políticos sin soporte financiero. En sólo unos pocos meses el congreso se reunió en la famosa “sesión pánico”. Seis meses después de que retiró los fondos del banco Jackson fue oficialmente desacreditado por una resolución del senado con 26 votos contra 20. Era la primera vez que el congreso sancionaba a un presidente. Jackson gritó al banco: "¡Uds. son una cueva de víboras! ¡Intenté echarlos y por el Dios eterno que les echaré".
    
Si el congreso reunía suficientes votos para anular el veto de Jackson se le garantizaba al banco otros 20 años de monopolio sobre el dinero de EUA, tiempo suficiente para consolidar su ya enorme poder. Sin embargo, gracias al gobernador de Pennsylvania cambió totalmente el panorama: apoyó al presidente y criticó duramente al banco, y expuso pruebas de las declaraciones de Nicolas Biddle en público cuando se vanaglorió del plan del banco para deprimir la economía.
    
En Abril de 1834 la Cámara de los Representantes votó 134-82 contra la renovación del banco y con voto más mayoritario para investigar si el banco había provocado la depresión. Cuando la comisión se presentó en el domicilio del banco en Philadelphia, Biddle se opuso a entregárselos, ni siquiera permitió la inspección de la correspondencia con los congresistas relacionada con los préstamos y adelantos personales que les hicieron. También rechazó testificar frente a la comisión en Washington. (La Gran Depresión del 1929 también fue provocada por la Reserva Federal, pero la historia y las mentes de los políticos estaban ya estaba tan enajenadas para en ese entonces, que nadie los investigó como en tiempos de Jackson).  
    
El 8 de Enero de 1835 Jackson canceló la última cuota de la deuda estadounidense; una deuda producida porque los bancos emitían a través de bonos del gobierno (como ocurre hasta ahora) en lugar de que el gobierno simplemente emitiera notas del tesoro sin ninguna deuda. Jackson fue el único presidente que alguna vez canceló la deuda estadounidense con la banca privada. 
    
Unas pocas semanas después, en febrero de 1835, un sicario llamado Richard Lawrence trató de asesinar al presidente Jackson pero las dos pistolas fallaron. Lawrence fue hallado inocente por 'razones de locura'. Después de su liberación les contó a sus amigos qué poderosa gente de Europa le contrató y lo protegería si fuera capturado.
      
Al siguiente año, sin renovación del banco, el Segundo Banco de Estados Unidos se cerró. Biddle fue detenido y acusado de fraude. Después de su segundo mandato como presidente, Jackson se retiró, satisfecho. Cuando se le preguntaba cuál fue su mayor logro, siempre contestaba “yo maté al banco!”. Y no fue para menos: les tomó 77 años a los cambistas deshacer el daño.
 
•ABRAHAM LINCOLN Y LOS GREENBACKS.
Para resumir y comprender el contexto de Lincoln y su posterior asesinato, son útiles las palabras de Otto Von Bismarck, el canciller de Alemania; el hombre que unió los estados alemanes unos años después: "La división de los Estados Unidos en federaciones de igual fuerza fue decidida mucho antes de la guerra civil por los altos poderes financieros de Europa. Esos banqueros temían que los Estados Unidos, si permanecían de una pieza y como una nación alcanzaran una independencia económica y financiera que perturbaría su dominación financiera mundial".

Desde Jackson, los bancos nunca dejaron de luchar por crear un banco central en EE.UU., y siguieron operando con el sistema de reserva fraccional, pese a que estaban aturdidos por el retroceso en su control 25 años antes. Lastimosamente, en lo que falló Jackson fue en no cortar de raíz el sistema de Reserva Fraccionaria, que fue lo que permitió la lenta pero segura recuperación de los cambistas.
      
La Guerra Civil o Guerra de Secesión enfrentó a los estados del Norte (La unión), contra los del “Estados Confederados” del Sur, que eran secesionistas, es decir deseaban independizarse de Estados Unidos, y defendían la esclavitud. Cuando esta guerra comenzó, los banqueros fueron los primeros que comenzaron a beneficiarse, y empezaron financiando al bando confederado secesionista que defendía la esclavitud.

Lincoln estuvo posicionado siempre a favor de los estados de la Unión, no tanto por ser contrario a la esclavitud sino porque siempre tuvo claro que la prioridad era mantener a Estados Unidos de una pieza, y no ceder el poder y el control total a la banca. No quería “ganar” al sur, sino mantener al país unido. Desde el comienzo de su mandato fue una amenaza para los banqueros por sus discursos,  tanto que en su ceremonia de asunción al cargo trataron de asesinarlo.

A la mitad de la guerra, se quedó sin suministro de dinero para financiarla. La banca Rotschild le ofreció créditos, al igual que lo había hecho con los confederados del sur, y con 36% de interés. Lincoln les contestó con su conocida frase “gracias, pero no gracias”, y creó una moneda libre de deuda de la banca llamados “Green backs”. 

En 1862-63 Lincoln imprimió 450$ millones de dólares en nuevos billetes, sin intereses, sin cargo para el pueblo. Para distinguirlos de otro papel moneda en circulación fueron impresos con tinta verde en el reverso, por eso el nombre “greenbacks”.

Este fue su discurso al respecto: "El gobierno debe crear, emitir, y circular todo el dinero y crédito necesario para satisfacer el poder de gasto del gobierno y el poder de compra de los consumidores. El privilegio de crear y emitir dinero no es sólo una prerrogativa suprema del gobierno sino también la mayor oportunidad creativa del gobierno. Mediante la adopción de estos principios, los contribuyentes ahorrarán inmensas sumas debidas a interés. El dinero dejará de ser el amo y se convertirá en siervo de la humanidad".  

Un sincero editorial en el London Times (periódico Inglés) explicaba la actitud de los banqueros frente a los greenbacks de Lincoln:
"Si esta maliciosa política financiera, cuyo origen está en EUA se cristalizara de manera que estableciera que el gobierno se surtiera de su propio dinero sin costo, pagaría sus deudas y se libraría de ellas. Tendría todo el dinero necesario para llevar adelante su comercio. Prosperaría como nunca antes sucedió en la historia mundial. Los cerebros y riquezas de todos los países irían hacia Norteamérica. Ese país debe ser destruido o destruirá toda monarquía del globo".

El 14 de abril de 1865, 41 días después de su asumir, Lincoln fue acribillado por John Wilkes Booth en el teatro Ford. Otto von Bismarck, canciller de Alemania, lamentó la muerte de Abraham Lincoln: "La muerte de Lincoln es un desastre para la Cristiandad. No hay hombre en EUA digno de usar sus botas. Yo temo que la banca extranjera con sus arteras y tortuosas trampas controlará completamente las exuberantes riquezas de América y las utilizará sistemáticamente para corromper la civilización moderna. No dudarán en empujar a toda la Cristiandad en guerras y caos con el propósito de que la Tierra se convierta en su heredad". Bismarck comprendía bien el plan de los cambistas.

Gerald MacGuire, un popular y respetado abogado canadiense acusó a los banqueros de su asesinato en un discurso de 5 horas en la Casa de los Comunes de Canadá en 1934, 70 años después. Era 1934, en plena Gran Depresión, que azotaba Canadá también. MacGuire había obtenido evidencia eliminada del archivo público suministrada por agentes del servicio secreto. Este es parte de su discurso:   

"Abraham Lincoln, el martirizado emancipador de los esclavos, fue asesinado por las maquinaciones de un grupo que representaba a los banqueros internacionales quienes temían las ambiciones de crédito nacional del presidente. Era el único grupo del mundo que tenía motivos para desear la muerte de Lincoln. Eran los hombres opuestos a este programa monetario y que se enfrentaron a él debido a su política de emisión de Greenbacks".

•J.F. KENNEDY Y LA ORDEN EJECUTIVA 11110. 
Los paralelismos entre la vida de Lincoln y Kennedy son famosos, pero se nos suele escapar el más importante: Kennedy también intentó quitar el poder a los bancos, en este caso ya la Reserva Federal que había sido creada en 1913, recién 80 años después del gran golpe que les dio Jackson. El 4 de junio de 1963, Kennedy firmó la Orden Ejecutiva Nº 11110 que devolvió al gobierno de los EE.UU. la facultad de emitir moneda, sin tener que pedirlo prestado a la Reserva Federal. Kennedy devolvió al gobierno la facultad crear su propio dinero respaldado por plata, y libre de deudas de interés. “Con esta orden la reserva federal norteamericana se encontraba prácticamente acabada en su papel de emisor de dinero, dado que permitía que la secretaria del Tesoro del Ministerio de economía del gobierno emitir certificados respaldados por plata en metálico y pagar con ello la deuda federal.

Estos billetes fueron puestos en circulación, en su serie 1963, en la suma de 400 millones de dólares, y arriba mismo podía leerse “United States Note”. En los billetes emitidos por la Reserva Federal, hasta hoy día, se lee “Federal Reserve Note”, lo cual demuestra quién es su dueño sin ningún disimulo.

Kennedy tenía esa lógica absoluta de que la casa de la moneda debe imprimir los billetes de forma gratuita, sin crear deudas al gobierno, y no como ocurre hasta hoy, que el gobierno paga intereses enormes porque le emitan su propia moneda (Salbuchi, 2016). 

Eso le costó la vida, con tres balas en la cabeza el 22 de noviembre de 1963 en las calles de Dallas, Texas. El primer acto de gobierno de su sucesor Lyndon Johnson fue anular la Orden Ejecutiva 11110 y devolver la atribución de imprimir moneda pagada con intereses a la Reserva Federal. No hacen falta más explicaciones.

El otro motivo del asesinato de Kennedy fue el siguiente discurso, dado ante la prensa en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York el 27 de abril de 1961:

“Damas y caballeros: "La propia palabra secreto es repugnante en una sociedad libre y abierta; y como sociedad nos hemos opuesto intrínseca e históricamente a las sociedades secretas, a juramentos secretos y a procedimientos secretos. Y hay un grave peligro de que el anuncio de un necesario incremento en la seguridad sea aprovechado por aquellos ansioso de expandir su significado a los límites de la censura y el ocultamiento oficiales. Y me propongo impedir eso por todos los medios que dispongo. Porque nos enfrenta en todo el mundo una conspiración monolítica y despiadada que se basa principalmente en medios encubiertos para expandir su esfera de influencia basada en infiltración en lugar de invasión, en subversión, en lugar de elecciones, en intimidación en lugar de libre elección, en guerrillas nocturnas, en lugar de ejércitos a la luz del día. Es un sistema que ha usado vastos recursos humanos y materiales para construir una densa red que combina operaciones militares, diplomáticas, de inteligencia, económicas, científicas y políticas. Sus preparativos son ocultos, no se publican. Sus errores son enterrados no salen en los periódicos. Sus disidentes son silenciados, no elogiados. No se cuestionan los gastos, no se publican los rumores, no se revelan los secretos. Pido su ayuda (de la prensa) en la tremenda tarea de informar y alertar a la población norteamericana, confiando que con su ayuda los hombres serán como han nacido, libres e independientes." 

Fue su último discurso, antes de ser asesinado. 

En la siguiente parte, haremos un resumen de a qué conspiración monolítica se refería Kennedy con este discurso, y por qué hay tantos paralelismos en su manera de actuar a lo largo de la historia, y por lo tanto también en la manera de responder de éstos líderes que tuvieron la valentía de enfrentarlos creando monedas soberanas.
  
Se refería al judaísmo sionista jázaro, que a  esas alturas ya había logrado infiltrarse en la masonería, cuyo plan es el llamado “Nuevo Orden Mundial”, y se encuentra detallado en los Protocolos de los Sabios del Sión. Hoy día se hace llamar “Globalización”, envuelto en un disfraz brillante de futuro global de unión y prosperidad.

Continuará…
 
•BIBLIOGRAFÍA

-Brown, E. H. (2012). Telaraña de Deuda. Madrid, España: Almuzanara.

-Lina, J. (2004). Arquitectos del engaño. Referent.

-Martín, C. (2014). Las alas de las hormigas. Málaga: ExLibric.

-Muñoz, F. J. (2010). La usura: evolución histórica y patología de los intereses. Madrid: Dickinson.

-Omister, A. P. (2008). Globalización. Lulu.com.

-Salbuchi, A. (15 de Abril de 2016). Proyecto Segunda Republica. Recuperado el 4 de Setiembre de 2017, de Programa de TV Transmitido por youtube: https://www.youtube.com/watch?v=ljhUDmzaNFE
Stil, B. (1996). Los Amos del Dinero. Recuperado el 31 de agosto de 2017, de Documental transmitido por youtube: https://www.youtube.com/watch?v=vUuEgb0z2YM&t=2955s
Wolf, L. (2012). Menasseh Ben Israel's Mission to Oliver Cronwell. New York: Cambridge.

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